LA ATENCIÓN
Escuchar, tocar, oler y gustar
requieren, entre otras cosas, la habilidad de atender; esta habilidad se conoce
mejor como un proceso psicológico básico e indispensable para el procesamiento
de la información de cualquier modalidad y para la realización de cualquier
actividad. No es un proceso unitario, sino un conjunto de diferentes mecanismos
que trabajan de forma coordinada. Su función es seleccionar del entorno los
estímulos que son relevantes para el estado cognitivo en curso del sujeto y que
sirven para llevar a cabo una acción y alcanzar unos objetivos (Ríos-Lago,
Muñoz & Paúl, 2007).
Sohlberg & Mateer (2001)
proponen una serie de componentes o elementos constitutivos del proceso de la
atención, los cuales participan de forma activa e interna en el procesamiento
de la información de cualquier modalidad sensorial. Se hace una selección de
ellos teniendo en cuenta que algunos autores no mencionan ciertos componentes,
los cuales vale la pena mencionar y conocer y, de esta forma, saber cuál es su
participación dentro de este complejo sistema neuronal. La atención no opera de
manera unitaria, cuenta con la ayuda o colaboración de “unidades” capaces de
realizar tareas específicas que posibilitan la respuesta necesaria según la
demanda del medio.
Se conoce de algunos aspectos que caracterizan
el proceso de atención entre estos se encuentran:
La Orientación: Que se
refiere a la capacidad de dirigir los recursos cognitivos a objetos o eventos
de importancia para la supervivencia del organismo. Por ejemplo, decidir voluntariamente leer un cuento o escuchar una
melodía.
Focalización: tiene que ver con la habilidad para centrase en unos
cuantos estímulos a la vez.
Concentración: se refiere a la cantidad de recursos de atención que
se dedican a una actividad o a un fenómeno mental específicos.
Ciclicidad: la atención también se encuentra sujeta a los ciclos
básicos de actividad y descanso; en condiciones de libre curso, se observan
variaciones con periodos de 90 minutos, aproximadamente.
Intensidad: la atención puede expresarse en diferentes grados:
desde lo más cercano al desinterés hasta la concentración profunda. La
intensidad de la atención se relaciona principalmente con el grado de interés y
de significado de la información. El grado de intensidad es lo que se denomina
“grado de concentración”.
Teorías explicativas
Kahneman en 1973 presenta el modelo de capacidad
limitada, en el que propone la existencia de un límite superior para el número
de cosas que se pueden hacer en forma simultánea, lo cual implica un procesador
central de capacidad limitada que determina qué tanta atención se da a
diferentes tareas, dependiendo de la cantidad de esfuerzo mental que implique.
Entre los autores que hacen
referencia a este tema encontramos también ah Shiffrin y Schneider que en 1977
plantean si modelo de procesos controlados y automáticos, y hacen una diferencia entre procesamiento
automático y procesamiento controlado. Siendo el procesamiento automático
rápido, paralelo e inflexible, mientras que el controlado es lento, seriado y
flexible.
Estructuras que participan en el proceso
de atención
Entre estas encontramos:
El tálamo: Dentro de éste se encuentra una pequeña estructura
llamada el núcleo pulvinar. Probablemente regula la atención selectiva, así
como también filtra la información para que después pueda ser procesada por
otras estructuras.
El lóbulo parietal: Participa en el procesamiento y uso de los
aspectos espaciales de la atención. Se cree que es como un mapa que orienta y dirige
a la atención hacia los estímulos que intenta localizar (Banich, 1997). También
se encuentra al servicio de relaciones espaciales del cuerpo y el espacio en el
que se mueve.
El cerebelo: Cumple una función reguladora del tono y los movimientos,
con importantes implicaciones en el aprendizaje de tareas motoras y no motoras,
interviniendo activamente en procesos complejos de orden cognitivo como el lenguaje,
la memoria de trabajo, el razonamiento visoespacial y la atención selectiva, de
forma que actuaría como procesador capaz de adecuar las respuestas de diversa
naturaleza a la información del ambiente, anticipar la respuesta y el
Estado cerebral interno, para
adaptar las respuestas y dar fluidez a los complejos procesos cognitivos.
Los lóbulos frontales: Participan en la regulación de todos los
procesos psicológicos. De igual forma participan en las repuestas motrices que
se dan a un estímulo, el control voluntario de los ojos y las respuestas a
estímulos novedosos, caracterizándose por realizar el trabajo más especializado
de la atención.
Bibliografía
- Documento en línea:
- (http://wb.ucc.edu.co/pensandopsicologia/files/2010/08/articulo-09-vol5-n8.pdf) Revista de la Facultad de Psicología Universidad Cooperativa de Colombia - Volumen 5, Número 8 / enero-junio 2009
- Imágenes tomadas de:
- http://www.eloftalmologobarcelona.com/2012/03/trastornos-por-deficit-de-atencion-e.html
- http://traspasoswing.blogspot.com/2011/07/atencion-todo-el-mundo.html
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